lunes, 12 de septiembre de 2011

Capitulo 2

Tome el camino en dirección a mi casa, la cual compartía con Franco, para poder sacar definitivamente mis cosas y emprender ese viaje en busca de mi felicidad. Antes de llegar a mi casa, pase por una estación de servicio ya que necesitaba el tanque de mi auto lleno para salir a la ruta.
Al bajar del auto, el encargado de cargar nafta se sorprende al verme vestida de novia, me miraba de forma extraña, tanto que me incomodaba.
Chico: -Rumbo al altar? (Me dijo mientras me cargaba nafta)
Paula: -Digamos que iba rumbo al altar.. jajaja
Chico: -Uhh... plantón al novio entonces?
Paula: -Algo así..
Mientras conversaba con el chico, sorprendido por mi actitud fugitiva, a la par de mi auto se estacionaba un hombre, que al bajarse del auto también se sorprendió de verme así vestida, y si, no era normal ver a una novia cargando nafta. En fin, su mirada me cautivo, su forma de mirar no me dejaba pensar en otra cosa que no sea en el, sentía como una especie de conexión, algo raro de explicar. Dejo de mirarme con asombro y me hablo:
-Novia fugitiva? (Dijo mirándome de arriba hacia abajo)
Paula: -Jaja, algo así... Justo el día que me casaba me di cuenta de que mi novio no era el hombre que quería y necesitaba para ser feliz.
-Justo hoy te diste cuenta de eso? Compadezco a tu novio, con todo respeto te digo.
Paula: -Si justo hoy, y si soy la peor, pero no me podía casar y engañarnos a ambos.
-En eso tenes razón, menos mal que te diste cuenta antes de dar ese gran paso. Como te llamas? Se me hace extraño hablar con alguien que no se su nombre.
Paula: -Es lo normal, soy una extraña. Paula es mi nombre. El tuyo?
-Un gusto Paula, me llamo Pedro. (Dijo sonriendo)
Paula: -Un gusto en conocerte... te dejo porque me tengo que ir.
Pedro: -Si claro, ojala algún día te vuelva a encontrar, quizás en esta misma estación.
Paula: -Si ojala, a mi también me encantaría.
Lo salude con un beso en el cachete y me dirigí hacia mi auto. Emprendí el regreso a mi casa y cuando llegue vi el auto de Franco estacionado en la puerta, era con la persona que menos quería cruzarme.
Entre en la casa y Franco estaba guardando su ropa y sus cosas en bolsos. Al verme entrar automáticamente cambio su cara, yo seguía con el vestido puesto, y al parecer le molestaba bastante.
Franco: -Saco mis cosas y me voy, ya no tengo nada que hacer en esta casa.
Paula: -No es necesario que te vallas, me voy yo.
Franco: -No, me trae demasiados recuerdos, hace lo que quieras con ella, vendela, no me importa.
Paula: -Esta bien, la vendemos y te doy la mitad que te corresponde.
Franco: -No hace falta, no me interesa la plata. Te pensas ir ahora?
Paula: -Si, vine a sacar ropa, me voy por un tiempo, cuando vuelva terminare con la mudanza.
Franco: -Esta bien, saco mis cosas y le doy la llave a tu mamá.
Paula: -Como quieras, no me molesta si te queres quedar.
Franco: -No, no quiero... saco esto y me voy.
El termino de guardar sus pertenencias y se fue de la casa. No tenia muy en claro donde ir, lo mas probable era ir a lo de mi amiga Zaira, que vivía en Cariló con su marido Lucas y su bebe Mateo. Era obvio que mi amiga no me iba a negar hospedaje, pero me iba a sentir extraña. Decidí llamarla y preguntarle si tenían algún  inconveniente de que vaya, obviamente me dijo que no, y que llegarían alrededor de las 20:30 Hs, ya que volvían a la costa luego de mi frustrada boda. Termine de hacer las valijas y partí rumbo al partido de la costa a despejarme y a enfocar mi vida hacia un nuevo destino.

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